La Princesa
Isabella
De cabello ondulado, largo y dorado. Con mirada serena
pero profunda en sus ojos de color miel. Así era Isabella. Curiosa,
escurridiza, con un espíritu aventurero, que ni los castigos y encierros de su
madre podían detener.Isabella era la tercera de sus cuatro hermanos y, debido
a los maltratos de su madre, había desarrollado el arte de desaparecer rápido y
en silencio, a tal punto,
que a los ojos humanos podía parecer verdadera magia. De este modo, evitaba
tropezar con Simón, su hermano, un pequeño delator que se encargaba de molestar
a todos.
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